Lo del deporte en general, y el fútbol en particular, vista la reacción social tras la derrota ante México, es cada vez más preocupante. No por el deporte en sí, sino por cómo nos relacionamos con este y su consumo. Esta semana hemos asistido, a cuenta de un partido de fútbol, a una perversión de los conceptos patria, dignidad e identidad. La transmisión de conocimiento y valores ha fracasado. En algún momento de nuestra relación con la realidad nos hemos perdido. Seguir leyendo aquí.
Artículo aparecido en el diario panameño La Prensa. 1 de agosto de 2015.