Marsupiales
Una caja violeta contiene una película donde Espinosa está en la jaula de los marsupiales. Insulta a sus jefes. Exige aumento de salario y prestaciones sanitarias. Cuando la policía rompe las cadenas a las que estaba sujeto, Rafael dice su nombre, el lugar de sus lunares y:
«Ahora
que es política de Estado amar a los perros,
por qué no se abrazan al busto de una liebre
y lloran y lloran lo posible que no fue.»
que es política de Estado amar a los perros,
por qué no se abrazan al busto de una liebre
y lloran y lloran lo posible que no fue.»
Guantes de hule y almohadas
En la caja más pequeña, Rafael me permite escribir: Al igual que en Dickinson y Simic, la obra de Espinosa es un puzzle donde las piezas están hechas de tiempo y de los objetos que las personas desechan sin remordimientos (guantes de hule, almohadas, un santo de yeso que se quebró). Para Espinosa ninguna de esas figuras es más importante que la otra, incluso, cuando en ella esté impresa la palabra dios, la ley de la gravitación universal o «un par de políticos con motosierra».
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