atendíamos siempre el paso de los trenes
con su temblor diario
de piedras y rostros
los nuevos paisajes
que tú distancias en silencio
después y en las noches bach alumbraba
alquimias, aromas como soledades
ah nada más secreto que verte
en mañanas heladas, conocer el intrincado
gobierno de los abrazos o voces
para al fin señalar tu sueño perdido
los erguimientos comunes, la práctica sola
Luis Miguel Rabanal