los diarios de tu boca


has de saber, amor, que el mundo todavía
es una guerra que estalla a diario
adentro sólo de la trinchera,
que el otro aún nos sojuzga desdentado
   uniformado de mandíbula tras los barrotes
      de esta inversa jaula que encierra a lo de afuera,
de esta habitación de bodegones por ventanas,
de esta eternidad nuestra que linda con el muro,

has de saber que todavía tenemos miedo
a no servir de nada, sí,
y aún seguimos siendo, amor, como aviones de papel
que si caídos de la mano del niño
                                                 creen que vuelan.

sabe que vivimos pendientes de lo que ha de llegar,
que percute en el tejado de la piel como una lluvia de cristales,
que el mañana es la palmada que hace llorar al hijo en el vientre,
que afuera está pasando Dios, amor, tapando el sol
                                        como una nube negra de pecados.

mas sabe también que aquí adentro los periódicos
los traes tú presos en la boca, como una dueña dada a sus perros;
                   que lo escrito en ellos sea acaso para mí, amor,
                                 todo lo que está pasando afuera.




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