LA CIUDAD
No haré mención a los castillos de vidrio.
A los tediosos viajes subterráneos.
Tampoco a los basurales clandestinos.
No haré mención a los pobres inmigrantes.
A los niños abusados en las iglesias.
Tampoco a los tristes asilos de ancianos.
No haré mención a los efectos del cambio climático.
A las altas tasas de suicidios.
Tampoco a los crímenes por encargo.
No haré mención a los crueles recintos carcelarios.
A los barrios bravos.
Tampoco a los incendios intencionales.
Solo haré mención a la belleza de los cementerios.