Su vida estaba signada por el deseo de ser quién no era y jamás sería. Así, creció reflejándose en un espejo ajeno bajo la ferviente convicción de que el mundo le pertenecía.
[Inspirado en,
“Lo terrible no es la muerte, sino las vidas que la gente vive o no vive hasta su muerte”
De,Charles Bukowski]
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