Una vez me dijiste “Despierta, la vida no es un libro o una película”.
Cierto, estos suelen ser fantasía, sueños inalcanzables. Son nada.
Pero yo te contesto ahora: “La vida no es un libro o una película, pero no todo es imposible”.
Empieza a creértelo.
Comienza a bajarte esa venda que tienes en los ojos y que no te deja ver con claridad.
No existen las distancias, no existen las fronteras,
no hay obstáculo que no se pueda sortear.
Cuando te des cuenta de ello, saldrás de tu autoimpuesta soledad
y querrás conocer qué significa la “felicidad”.
“Felicidad” entre comillas porque eso sí que es una ilusión.
Siempre existirán problemas, discusiones o dificultades.
Pero tendrás un motivo por el que continuar.
Esa es la diferencia entre tu pesimismo y mi optimismo.
Tú te aferras a tu miedo mientras yo me aferro a la vida.
La vida es un conjunto de todo: inseguridades, miedos, dolor, alegría, risas…
No te cierres a sentir, no estés “muerto en vida”. Sé libre, disfruta y vive.