Mes tras mes corrían los días, las semanas y tu ausencia lloraba bajo la lluvia decadente, tal vez estás demasiada ocupada, tal vez estás en espera de un nuevo amor, tal vez ya sueñas diferente, tal vez tienes una vena en el corazón que esta caducada, tal vez ya eres de mente singular, tal vez tus labios experimentan otro vicio, tal vez yo ya no existo en tu vida, tal vez solo soy un ayer, un antier o un mes completo en tu vida, tal vez solo fui lo que hoy ya es ser un fantasma en tu memoria.
Solo tengo fotografías que corren por la habitación, que ríen, que me miran, que me seducen y mueren en mi realidad, he salido con un par de amores de improviso tal vez porque se parecen a ti, me gustaría verte y hacer una alianza, me gustaría que esta historia tuviera un final, una moraleja, unos cuantos besos y volver empezar, pero este enero agoniza y se ve a lo lejos el febrero que me pregunta por ti.
Que me hace un collage con nuestros besos y el pasado que deja mientras el calendario corre un maratón con ganas de llegar al marzo y este enero no me sale, este enero me consume en su eternidad, me deja cartas contigo, me deja letras de aperitivo mientras suicido mi amor todos los días al despertar y no verte a mi lado y comienzo a pensar y entre mis pensamientos agonizo con el día, esperando a la noche para morir nuevamente con la luna.
A veces me gustaría cerrar los ojos y no abrirlos jamás solo ahí eres mía, eres perfecta, eres eterna, no te marchas, no me dejas, no lloro por las noches, no te extraño, no te añoro, no vas del suspiro al lamento, te quedas en mi cuerpo el tiempo que deseemos, te quedas en la magia, te quedas en el silencio, te quedas en lo que hoy es imposible de retener cuando tengo que volver a mi soledad.
Y tengo una vena averiada en el corazón, que está muy mala, que esta caducada, que te quiere pero no te quiere, que te necesita pero puede sola, que te vive pero muere, que te piensa pero no sabe cómo hacerte eterna, que está hecha una loca, que late como todas, pero se para, que llora sangre, que grita tu nombre hasta olvidarlo, que sonríe con muy pocas alegrías, que mira a las otras y se mira diferente, que no sabe cómo funcionar, que no te olvida, que vives en sus entrañas, que se siente vacía, que te necesita y no sabe cómo regresarte a su vida de nuevo.
“Necesito una hoja y una pluma, para decirle mis secretos, para escribir sobre usted, contarle lo que siento, decirle un susurro de punto y coma que usted me encanta”.