Alto, delgado, frío, irónico, ingenioso e intelectualmente inquieto. Consumidor asiduo de cocaína, con personalidad bipolar y sin sentimientos ni inquietudes, es desordenado en la vida diaria y fumador en pipa, toca su Stradivarius para relajarse. Experto apicultor y excelente boxeador con conocimientos en química, música, medicina, derecho, crímenes de otras épocas y en el proceso deductivo, también tiene dotes como actor (destaca por sus disfraces y camuflajes).
Sherlock Holmes fue creado por el escritor escocés sir Arthur Conan Doyle en 1887, convirtiéndose en el referente para el género detectivesco por su gran éxito como protagonista de 4 novelas y 56 relatos cortos, que ha sido llevado al cine, al teatro, y adaptado a dibujos animados y a series de televisión.
Este detective asesor que destaca por su inteligencia, su hábil uso de la observación y por el razonamiento deductivo es un personaje excéntrico pero objetivo y sumamente pragmático. Cree que el cerebro es limitado en cuanto a la capacidad de información que puede almacenar, por lo que es vital importancia que datos inútiles no desplacen a los útiles, pues éstos son detalles innecesarios que distraen a la mente de la resolución del caso.
Nacido en 1854 y fallecido en 1911, vive en 221 de Baker Street, Londres, con el Dr. J.H. Watson desde 1881, con quien pasa 17 años de su vida. Watson, además de su ayudante y amigo, es el narrador de la mayoría de sus historias, lo cual le da un enfoque mucho más simpático a la obra de Conan Doyle.
Para sus seguidores y fans, hay un museo en Londres en 221 de Baker Street, que recrea el estudio, la recámara y hasta escenas de algunas de las novelas en las que aparece. Si te gusta Holmes, ¿no es elemental visitarlo?