Piet Mondrian nació en el seno de una estricta familia calvinista, la necesidad de un elemento místico en la religión le llevó a estudiar teosofía, y luego a ser miembro de este movimiento.
En 1910 se instaló en París. Conoció el cubismo y le influyeron sobre todo Picasso y Léger. El estilo de sus obras evolucionó rápidamente de una especie de fauvismo a un estructuralismo clara y altamente disciplinado, que bien pronto llegó a ser abstracto.
Cuando en 1914 estalló la guerra, Mondrian se encontraba en Holanda. Allí conoció a Bart van der Leck y a Theo van Doesburg. Junto a éste último fundaron De Stijl en el año 1917, publicando una revista rica en ideas y teorías sobre muy diversos aspectos del nuevo idealismo.
Las ideas de De Stijl eran tan vitales y universales en su significado que ellas y el estilo que produjeron fueron llamadas “Estilo Internacional”.
Las concepciones artísticas De Stijl se basaban en unos sólidos principios: la filosofía idealista holandesa, una tradición de la sobriedad intelectual, claridad y lógica, y, como dijera Oud, “la iconoclastia protestante”. Creían en una armonía que residía en el reino del espíritu puro liberado e incluso de todo individualismo. En términos pictóricos, los medios plásticos quedaban reducidos a los elementos constitutivos de la línea, el espacio y el color, organizados en composiciones de lo más elemental.
Con su pintura y su teoría, Mondrian fue el más puro de todos los miembros del grupo, y cuando en 1925 el movimiento dio señales de llegar a ciertos compromisos en sus principios iniciales, se apartó de De Stijl. Sus profundas ideas fueron una gran influencia para la creación de otros movimientos abstractos como Abstraction- Création y el Circle Group.
La última parte de su vida la pasó en Nueva York, donde implantó y estimuló sus ideales y estilo en varios artistas norteamericanos de primera fila. Se adaptó perfectamente al estilo de vida de Nueva York. Le fascinaba la ciudad, los rascacielos, las calles, y sobre todo el jazz.
La figura de Mondrian está enlazada al Neoplasticismo. El artista fue pródigo en cuanto a labor teórica. En sus escritos plasmó la esencia del Neoplasticismo. Mondrian parte de un principio de reducción de los componentes de la pintura. No se trata de una simplificación, sino a una forma de acceder a la complejidad de la forma geométrica basada en el plano, el rectángulo, la presencia de las líneas horizontales y verticales y un número limitado de colores. Es decir, la búsqueda de una belleza plástica pura.
No partió de una teoría general sino de practicar la pintura y experimentar en ella de una forma constante. Sus cuadros, formados por una composición a base de rectángulos, parten de la idea de que el valor del color no es algo que exista en el propio color, sino en su dimensión. Los tonos alteran la significación de un color aplicado sobre un rectángulo. Y también cambia según el lugar que ocupa en el cuadro. Un cuadro concebido con formas elementales, como el cuadrado y el rectángulo y los tres colores primarios fundamentales. Los cuadros de Mondrian desprenden una atmósfera de tranquilidad y equilibrio.
La obra que tenemos aquí es la última que realizó el artista. Está inacabada ya que Mondrian murió de una pulmonía a principios de 1944.
Este cuadro presenta algunas diferencias frente a las realizadas en Europa anteriormente.
Estimulado por la vitalidad de Nueva York, sustituyó las líneas rectas negras por una secuencia de recuadros coloreados. Debido también a las esperanzas cada vez mayores en un final victorioso de la guerra, las pinturas estadunidenses de Mondrian adquirieron un ritmo apremiante, veloz y alegre.