La entrevista de hoy es diferente a todas las que he realizado en mi vida y, por tanto, estoy un poco nervioso. No tengo ni idea de cómo va a salir. El entrevistado es un personaje especial, alguien en quien he pensado mucho y que ha influido poderosamente en mi escritura. Sin él mi libro Desconexión no habría existido, o al menos habría tomado un aspecto muy diferente. Hablo de Ricardo Expósito Duarte (hay quienes lo llaman simplemente R.E.D.), protagonista y narrador de mi primera y de momento única novela. La entrevista la he realizado a través de partículas cuánticas que conectan nuestro planeta con el universo de los seres de ficción.
Hola, Ricardo, es un honor conocerte en persona. Debo confesar que te imaginaba más pálido y enclenque.
-Las cosas han cambiado mucho desde que escribimos aquella historia. Ahora me paso los días en el gimnasio, tomando el sol en la playa, navegando en mi yate… Gracias a mi autobiografía (¿o debería decir tu novela?) soy un personaje famoso y me sobra el dinero, así que me estoy tomando un año sabático.¡Qué suerte! En mi caso, no creas que el libro me esté reportando beneficios millonarios. ¿No podrías enviarme una transferencia?
¿Por qué iba a hacer tal cosa? El personaje que creaste me parece espantoso, por lo menos en las primeras páginas. Joder, es que dices que no sé ni freír un huevo frito sin la ayuda de Internet. No soy gilipollas, ¿vale? Ahora te aguantas. Es más, quizá debería reclamarte dinero por haberte apropiado de mi imagen y haber hecho un uso indebido de ella. Solo te perdono porque soy millonario. No sé ni por qué te he concedido esta entrevista, realmente no te lo mereces.Hay gente que me pregunta si tú y yo nos parecemos. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
¡Ya te gustaría parecerte a mí! Soy un tipo más complejo e interesante de lo que describes. En el libro solo reflejas mis primeros pasos en la vida, cuando aún no confiaba en mí mismo y solo me expresaba a través de la Red. Hiciste algo parecido al director de la película sobre Facebook, en la que Zuckerberg aparece como un friki que no se sabe relacionar, cuando a mí me parece un capo de vuestro mundo. Sin duda el tipo más inteligente que mencionas en “Desconexión” (además de mí, claro está). Por lo que deduzco de tus palabras, la novela no te convence demasiado…
A ver, no me entiendas mal. Tiene cosas interesantes, tiene su punto. Al menos las partes en que permites que me explaye son buenas. El problema es que a veces se te va la pinza. Que si esta chica no sé qué, que si el vodka no sé cuántos… te has empeñado en sacar solo la peor parte de mi personalidad. Me sentiría muy resentido contra ti si no fuera por la enorme felicidad que me embarga en estos momentos, cuando el sol se despide en la orilla del atardecer y una joven escultural acaba de pasar en top less guiñándome el ojo.¿Ya no sientes nada por Julia Casado, la chica con la que mantenías una ciber-relación al principio de la novela?
Joder, qué pechos, madre mía…. Perdona, no te estaba escuchando. ¿Qué decías?Es igual… Ando un poco desconectado de vuestro mundo. ¿Al final qué sucedió con Internet?
No lo sé, aquí en la playa es lo último en lo que pienso. Me he vuelto un neoludita. No entiendo esa obsesión de la gente por móviles, tabletas y ordenadores. Cuanto tienes una vida feliz e interesante, no necesitas recibir whatsapps o comentarios en las redes sociales para aumentar tu autoestima, sentirte popular o crearte falsas esperanzas. Te basta con ver tu propio rostro sonriente brillando en el agua cristalina. Ayer vino un tipo a mi apartamento de lujo para ofrecerme un ordenador y lo eché a patadas. No quiero saber nada de todo eso. Quiero distanciarme lo más posible del personaje que creaste y ser yo mismo. Ya no te necesito. De verdad, por mí puedes desaparecer. Yo seguiré a mi rollo tan tranquilo. Mira, estás empezando a cabrearme con tu chulería. No sé si eres consciente de que ahora mismo podría entrar en Amazon y suprimir el libro que te ha hecho famoso. Volverías a la nada.
Jajajaja. Me parto contigo. ¿En serio te crees en condiciones de amenazarme? Por más que lo intentaras, no tienes poder para borrarme. Ya hay gente que ha leído mi historia, ya hay gente que se ha encariñado conmigo y no me olvidará nunca. Desde el momento en que se publica un libro, pasa a pertenecer a los lectores. ¿Te haces llamar escritor y ni siquiera sabes eso? Igual deberías dedicarte a otra cosa. En fin, Ricardo. No estoy dispuesto a que me des lecciones, precisamente tú. Disfruta de esa vida maravillosa en tu mundo de ficción. Por lo que a mí respecta, procuraré crear personajes más agradecidos en mis próximas novelas.