LA CONCIENCIA
¿Pero qué había ocurrido? Nada. Y sin embargo, mucho. Por un lado se quería convencer a sí misma de que no tenía nada de lo que lamentarse puesto que nada ocurrió, pero por otro se arrepentía de haber deseado con todas sus fuerzas que ocurriera. Eso le hacía sentirse culpable.