Ben Clark durante la entrega de los premios El Ojo Crítico de RNE |
El poemario de Ben Clark La Fiera (Editorial Sloper, 2014), galardonado con los premios Ciutat de Palma Joan Alcover y el premio El Ojo Crítico de RNE Poesía 2014, es un bisturí que abre en canal la naturaleza humana valiéndose de la fuerza primigenia y salvaje del reino animal para, con total plenitud y desnudez, mostrar las vísceras del comportamiento humano y ser termómetro de la temperatura de la soledad, del amor y de los actos más cotidianos, nunca inocentes, sino llenos de movimientos interiores y de huellas. La Fiera es un símbolo que va más allá de la asociación subliminal de las palabras para ser una presencia encarnada, por eso creo que este poemario está cruzado por multitud de sombras que le prestan una plasticidad más metafísica que sensorial. Se trata de una poesía con afán de totalidad, de modo que hasta en el más humilde objeto, como una pinza, late completa la existencia, incluida la muerte. Hay en ella también un combate silencioso y hondo entre lo efímero y lo permanente y una añoranza de la Naturaleza como un estado primitivo, no hollado ni contaminado, de pureza y verdad. Muy importante es, igualmente, lo invisible, lo no alumbrado, esas zonas de misterio presentes en cualquier vida.
Lo cósmico y lo cotidiano, lo real y lo imaginario se funden asimismo en este libro de Ben Clark, nutrido también por la filosofía y la ciencia. Libro inserto en el ámbito de la mejor poesía europea contemporánea y con un sustrato clásico. El amor, como no puede ser menos si se toca fondo en la naturaleza humana, está muy presente. Amor como explosión, como escala hacia lo originario, como un constante renacer. El poema “Big Bang” es un buen ejemplo de lo que decimos. Y ya que he citado este poema, es imprescindible citar otro por la emoción profunda que nos produce, pues es todo el ser, mente y corazón, el que alumbra la hija no nacida hasta “dormirse en brazos del poeta /agotada de no ser”(lo he parafraseado). “La hija que no ha nacido” es el título de un poema verdaderamente memorable, como hay otros muchos en esta nueva obra de Ben Clark capaz de transformarnos interiormente, cosa que le sucede a la poesía con mayúscula.