Revisando las notas de prensa acerca del balance del año anterior de Sotheby’s encuentro un hecho relevante que me gustaría compartir: la emergencia de las artistas femeninas.
Según la prestigiosa casa de subastas es un factor que se consolidará en este 2015. Y espero que el devenir de la historia y apreciemos a los artistas según su talento, al margen de su género.
Durante los últimos meses asistimos a un aumento en la apreciación y la reevaluación de las obras femeninas. El icónico y preciosos óleo Jimson Weed, de la estadounidense Georgia O’Keeffe alcanzó un precio récord de 44.405.000 dólares, siendo la obra de una artista femenina más cara jamás vendida.
Otra pieza que consiguió causar un gran revuelo en el ámbito del Arte Impresionista y Moderno, fue la enigmática y evocadora obra de la artista estadounidense Kay Sage, que superó todas las expectativas al venderse por 7,1 millones de dólares, cuando se subastó en Londres el pasado febrero.
Así mismo, otra figura femenina notable en la escena del arte contemporáneo es la artista Vija Celmins. La escasez de su minucioso e intenso trabajo, hace que las obras de esta artistas sean muy codiciadas entre los coleccionistas desatando una feroz competencia cada vez que aparece en una subasta.
La artista Julia Margaret Cameron, pionera de la fotografía en el siglo XIX, es otra creadora muy apreciada por los expertos en arte.
A la sombra de sus colegas masculinos como Piero Manzoni, Lucio Fontana o Enrico Castellani, Dadamaino recuperó la importancia y relevancia que su arte se merece, siendo muy bien considerada por coleccionistas y expertos en arte, consiguió una alta cotización y la apertura de la investigación histórica de su trabajo.
Y no solo las artistas modernas y contemporáneas adquieren cada vez más relevancia y visibilidad. Una pintura redescubierta, María Magdalena, de la artista barroca Artemisa Gentileschi, para mi una de las mejores seguidoras de Caravaggio, alcanzó una extraordinaria suma de dinero, suponiendo un récord en la cotización de esta magistral pintora.
Estos datos nos rebelan un cambio en la forma de entender el arte, donde las artistas van adquiriendo cada vez más significación y se valora las cualidades artísticas y la calidad del trabajo realizado por las creadoras, a veces poco estudiadas e investigadas, y por tanto, menos conocidas.