una vez construí una casa.
las ventanas estaban orientadas al sur.
al sur los patos migran,
creo haber leído sobre patos, alguna vez.
la casa
tenía las puertas sostenidas por grullas.
las grullas no migran más que hacia las esquinas.
sé sobre esquinas, los mismo
que sobre patos.
sé que las grullas tienen cuerpo de origami
y que los patos
esconden el placer de la pérdida entre las plumas
ahí,
como debajo de las alas.
la casa la construí en la certeza que algún día quedaría vacía.
que yo
quedaría vacía,
y que el saber que nos sostiene
no sería más que cimientos desperdigados
sobre mi abismo.