No hay nada que huya, de Joaquín Fabrellas
I
Ya sé el lenguaje de los pájaros
desperté no sabiendo quién era:
recordé ser la ceniza
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VII
Entonces fui la luz
el lento trueno
la pureza
la humedad en la lumbre
la niebla mística
e incluso la luz entre los árboles
quizá me hayáis visto y yo era vosotros
*
XVIII
No os oigo
no hay diálogo
no reconozco vuestra realidad
yo quiero ver la realidad cuando no la ve nadie
soy la permanencia envidiada
he llegado a ser solo
no quiero vuestra caridad
me dijeron que estuviese aquí
hasta que alguien me viese
me acuesto
no quisiera oíros
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XXXV
Si yo soy el poeta
soy la piedra la mierda
el poema: la sucesión
invicta de todas las frases no escritas
la sustancia de todos los actos no ocurridos
venid a vencerme hombres
no creeré en vosotros
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