4. Ahora que el 2014 consume sus últimos días, al presidente Mariano Rajoy le ha dado por desmelenarse y aparatándose del credo marianista de quietud, plasma y silencio, ha afirmado que la crisis es agua pasada. Un vaticinio tan aplaudido como criticado que, con las cuentas de resultados de las empresas del IBEX-35 en mano, o lo difícil que está resultando este diciembre encontrar una mesa libre en los restaurantes del centro, suena más que verosímil; pero que desvanece en un plis con la terrible y diaria fotografía de decenas de personas aguardando al anochecer frente a un supermercado del Ensanche barcelonés. Hombres y mujeres de edades y procedencia diversa, con apariencia de haber formado parte hasta no hace tanto tiempo de la clase media que se hipotecó con casas, coches y viajes al extranjero, que ya libres del pudor que condiciona al nuevo pobre buscan en los contenedores productos caducados y sobreros. Su sustento diario en esta España de lujo y miseria.
5. La conejita Daisy ha asustado a C. No se acaba de fiar de los peluches. Y hace bien. Yo tampoco. Basta con mirar a esos falsos osos de ojos saltones, ovejas y tortugas amarillas, que amigos y familiares le regalaron como gesto de bienvenida, para sentir inquietud. He decidido que no volverán a poner un pie en su cuna.
6. Puesta de largo tercerista en el Saló del Tinell. La asociación Tercera Vía, que aspira a sumar adhesiones entre “los muchos ciudadanos” que no se sienten cómodos ni con las posiciones de Rajoy ni con las de Mas y Junqueras sobre la omnipresente cuestión catalana, presentan sus credenciales a favor “del acuerdo y el diálogo” en tan noble salón. Lugar en el corazón gótico de Barcelona que en sus siglos de historia ha visto todo tipo de escenas, desde la recepción de los Reyes Católicos a Cristóbal Colón a la firma del pacto que fraguó los gobiernos tripartitos, Dragon Khan incluido. Con el periodista Xavier Sardà como maestro de ceremonias y Txell Sust interpretando piezas del Gato Pérez, Joan Manuel Serrat y Jaume Sisa, la cita supera sus previsiones iniciales de asistencia al congregar a 600 personas. “Decimos cosas sencillas pero que en el contexto actual toman significaciones excepcionales”, dijo Sardà, recordando que el manifiesto fundacional de Tercera Vía se habla de términos tan raros como diálogo, pacto, convivencia, entendimiento, pluralidad, respeto… Toma después la palabra el presidente de la asociación, el notario Mario Romeo. Sobrio en el vestir -traje oscuro, camisa blanca y corbata azul- y en la oratoria (por no decir que es algo romo), defiende la necesidad de esta iniciativa para dar voz a aquellas personas que a una y otra orilla del Ebro ansían una solución pactada “al actual bloqueo institucional” y evitar así el divorcio de Catalunya con el resto de España. Sostiene Romeo que Tercera Vía nace con una vocación “pluralista, transversal y apartidista”, aunque la nutrida representación socialista -José Montilla, Pere Navarro, Jordi Hereu, Assumpta Escarp o Maurici Lucena-, además de Jordi Casas y el exconseller Ignasi Farreres de Unió Democràtica, junto a las reiteradas críticas de algunos de los ponentes a Rajoy, Aznar, Mas e incluso a la familia real lo asemejan por momentos a un mitin del PSC al uso. Para socialistas, que gobernaban en esos momentos en Madrid y Barcelona, el único culpable del “fracaso” del Estatut sigue siendo el PP, por recurrir el texto ante el Tribunal Constitucional.
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