Gabriel Oca Fidalgo:
"La literatura ha sido el encofrado de mi alma"
El narrador Gabriel Oca Fidalgo, autor de 'Ansiedad', está escribiendo una novela de ficción a la que espera darle carpetazo y verla publicada
Autor de las autobiográficas 'La carretera muerta' -en realidad una colección de relatos- y 'Ansiedad', basadas en su propia experiencia con las drogas y encuadradas dentro del llamado realismo sucio, Gabriel Oca Fidalgo dice estar marcado, más que por su tierra leonesa, por la nostalgia de lo vivido -aunque "la nostalgia puede llegar a ser peligrosa si se escarba demasiado en ella, si te regodeas demasiado con tiempos pasados que nunca volverán"-, que fue en León, pero "pudo haber sido allí", aclara este narrador que ha leído, aparte de a Julio Llamazares, a gente de su quinta, como Vicente Muñoz Álvarez, Xen Rabanal, "el otro Julio", en referencia a Julio César Álvarez, "pasa que estos no están en el circuito", señala Gabriel, que reconoce que la literatura es su vida, la cual le sirve como catarsis, como terapia.
Además de algunos autores leoneses, Gabriel se siente deudor de Dostoievski, que "es dios", y otros grandes de la literatura como Céline o Bernhard, aunque también Bukowski, Kerouac o Fante. Y por supuesto nuestros Cervantes y Quevedo. Asimismo, recuerda 'El Víbora' como una de sus fuentes de inspiración. Y muestra su descontento ante los Ken Follet por un lado y los Raúl Núñez por el otro. "Lo demás es enredar, encabronarse, quedarse con ganas de ligar la antorcha y montar una hoguera guapa, de esas que no se apagan".
La literatura ha sido –asegura- su enseñanza y el pilar de su cultura, "el encofrado de mi alma. Sin ella, la vida no tendría sentido, no sería lo mismo, no sé siquiera si estaría aquí". En este mismo sentido, está convencido de que la lectura es imprescindible para escribir de un modo literario, porque no cree que nadie se ponga a escribir sin haber leído antes, "y leído mucho... Creo que es imprescindible, que sientes primero esa pasión por la literatura y que llegado un momento hay algo que te empuja a escribir, tus vivencias, el simple hecho de experimentar.... Pero sin haber leído antes no lo veo factible".
Si bien es consciente de su pasión por la literatura, "tardía", porque empezó a leer a conciencia, o con conciencia, a los diecinueve o veinte años, leyendo también mucho cómic, el cine ha influido de un modo definitivo en su formación. "Era cinéfilo antes de que supiese de esa palabra, ahora soy un enfermo del cine. De hecho le dedico pocas horas a la literatura en comparación con el cine que trago a diario". Y en su caso, tanto el cine como la literatura, le han enseñado a narrar, una con la palabra y el otro con la imagen. Y en este sentido a Gabriel le parece que eso de que una imagen vale más que mil palabras es una falacia. "La narración toma imagen en tu mente, tú le das forma a esas palabras, pero en cada mente se forma una imagen diferente. En el cine, la imagen, está ahí, formada ya. Por supuesto que luego cada cual sacará sus conclusiones si el tema se presta a ello. Pero de hecho no hay peli basada en libro que lo pueda superar, hay pelis geniales, por supuesto, pero ninguna podrá condensar todo lo que encierra el libro de verdad". En todo caso se trata de lenguajes diferentes, aunque complementarios.
Toda novela es autobiográfica.
Además de sus novelas, ha cultivado la narrativa breve con tres relatos, 'Los colegas del barrio', 'El fin' y 'Parada cardíaca'. Tiene la impresión de que el relato corto es un género muy difícil, si bien debe contar con todos los ingredientes que ofrece una novela pero en un breve espacio.
Gabriel confiesa que todo lo que escribe es autobiográfico, lo que hace recordar aquello que escribiera Llamazares en 'Escenas de cine mudo': "toda novela es autobiográfica y toda autobiografía es ficción". Lo que escribo –agrega él- no son novelas de ficción con planteamiento, nudo y desenlace. "Pero esto, el planteamiento-nudo-desenlace, aunque sea lo básico, lo elemental, o lo más general, no es absolutamente necesario. Ahí está Carver sin ir más lejos: cuentos breves que parecen párrafos extirpados de lo que podría ser una novela, sin inicio y sin fin cotidiano, pero absolutamente geniales de la primera a la última palabra".
Gracias al escritor leonés Vicente Muñoz Álvarez, Gabriel ha podido publicar no sólo sus relatos en 'Vinalia Trippers', "una gozada", sino sus dos novelas. "Es una vergüenza que a peña como a Vicente o a David González no se les reconozca como merecen... Pero a Vicente le da igual y sigue adelante, no es tan derrotista como yo en ese aspecto, no le vence el desencanto".
Su segunda novela, 'Ansiedad' (vida de un yonqui), al igual que su primera obra, abordan el tema de la droga desde un punto de vista autobiográfico, con ironía, con un humor que impregna todas sus páginas, escrito además en la jerga, porque Gabriel escribe como habla.
En la actualidad, está metido con una novela de ficción a la que espera darle carpetazo y verla publicada. Está hecha por completo en su armazón, y aunque se desarrolle en un mundo que conoce bien su autor no deja de ser ficción y eso le está costando más trabajo.Cuenta que cuando salió su primera novela, 'La carretera muerta', se llegó a decir que "el autor te adentra con la jerga en el mundo de la droga". Pero él no tiene nada de lo que avergonzarse, ni arrepentirse. "Que se avergüencen ellos, esos cabrones que están en el púlpito, que dejen de robar un rato y me den curro, que se saquen la cabeza del culo de una puta vez y legalicen las drogas si tanto les preocupa". Asimismo, Gabriel confiesa sin pudor que él se siente satisfecho de publicar, aunque sea en editoriales que están fuera del circuito comercial, "lejos de los planetas, los alfaguaras y los asteroides... En fin. Eso que llaman Vía Láctea y que no es otra cosa que un chorrazo de lefa del que traga mucho bujarrón a dos carrillos, si es que me permites la metáfora".
Entrevista breve a Gabriel Oca Fidalgo
"Naces, creces y desapareces. El tío ese de Cucal sabía de lo que hablaba"
¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?
Por segunda y tercera he leído muchos...Pero bueno. 'Viaje al fin de la noche', de Céline, y la pentalogía de Bernhard. Imprescindibles. Para estar leyendo toda una vida.
Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).
Joder. ¡El Quijote!
Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable)
Todos los infumables, los 'enrevesado-complicados', los que hacen difícil lo fácil, el Burroughgs que pasa de Yonqui para meterse en Nova Express. Y bueno.... Los capullines del karma-online en plan Paulo Coelho, sacándose pelotillas del ombligo como un buda de palo.
Un rasgo que defina tu personalidad.
Harto. Ahora mismo estoy cansado de todo. Pero así a grandes rasgos, insatisfecho.
¿Qué cualidad prefieres en una persona?
A falta de sinceridad y honestidad, me quedo con la coherencia.
¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?
Jajajaja... Joder... En fin... ¡Vomitiva! Vamos a dejarlo así.
¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?
Esta vida sin drogas no la aguanta ni dios... Debo reconocer que estas preguntas de a cara o a cruz me dan bastante por el culo.
¿Por qué escribes?
Buena pregunta. Cuando tenga una respuesta rotunda tomaré televisión a punta de pistola y se lo haré saber a todo el mundo.
¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?
Yo soy muy torpe con el tema, me raya. Pero es un hecho irrefutable que ha abierto una ventana a mucha gente. Tanto es así que a esos cabrones que nos llaman pueblo soberano les molesta la corriente que genera y quieren cerrarla. Les molesta que la gente revuelva su mierda y se la unte en la cara.
¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?
Mi experiencia, escribo sobre lo que viví. Y escribo tal cual hablo.
¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?
Me parece un arma, una herramienta muy válida, pero que soy muy torpe, y muy vago... tengo abierta una cuenta en el 'fais', y un colega me abrió un blog... pero me cuesta ponerme con ello.
Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.
Naces, creces y desapareces.
El tío ese de Cucal sabía de lo que hablaba.