qué ruta tan extraña esta, qué deriva feroz, y bajo mis pies el suelo que se agrieta, los clientes que naufragan, las despedidas, los malos tragos y las pesadillas... pero sobre mi cabeza, también, el sol, el perfume y los gestos... las teclas de mi ordenador rugiendo, pim pim pim, todo rugiendo mientras se hunde a mi alrededor el planeta, y por todas partes las grietas: mi corazón como un puzzle incomprensible a reconstruir y las grietas... nuestro mundo que se agrieta y nuestras pieles también, todo grietas alrededor, pero también embarcaderos e islas francas donde repostar... llegas agotado y angustiado a ellas y te encuentras sonrisas, salvavidas y gestos... llegas muy nervioso a esas islas y encuentras palmeras, no entiendes, no sabes, crees que estás aún en el océano a la deriva y de pronto el calor y los gestos...
no todo
está perdido
aún
aún
salvan
los gestos
Vicente Muñoz Álvarez