asfalto alquitranado
ha pasado el tiempo
tu voz se ha ido
y la gente solo piensa en ir a Ikea.
las nucas a pleno sol
el poniente
las mujeres que quise
las cuatro de la tarde
las que aún creo ser capaz de querer
el hueco imposible de la tela ligera, bajo el pecho y la carne sombreada
y la falta y el retorno de tu nombre en otro nombre.
tu cama, aquel olor a amanecer
no pensar en ti.
no pensar en nada.
mientras el termómetro alcanza los 38 grados en septiembre.
he recogido de las esquinas algunas notas extraviadas
el dolor de otros pechos desollados
que besan el viento
que rompen los huesos
me gusta la muerte
por todo lo que esconde.
y de repente
una nota urbana
al pie de la escalera
de casa de mi padre
que dice así:
“En mi tendedero ha
caído una colcha de
verano de flores rosas
Puerta:7”
me estoy enamorando de la muerte
por todo lo que calla, por todo lo que esconde.