Andre de Dienes |
Angelós Sikelianós
Anadiómene
Versión de Jaime García Terrés
Heme aquí.
Amanece una rosa de bienaventurada luz,
y en ella voy surgiendo con las manos tendidas;
al azul de los cielos me invita la bonanza.
Súbitamente
los terrenales vientos irrumpen en mis pechos
y me sacuden toda.
¡Oh Zeus, qué profundo es el mar,
y mis cabellos desceñidos
me pesan cual si fueran piedras!
¡Brisas, volad! ¡Oh Kimothoe, Glauca,
sostened mi torso!
Yo no soñé brotar
así, de un aliento subyugada
en los brazos del sol.
Grandes Obras de
El Toro de Barro
PVP 8 euros edicioneseltorodebarro@yahoo.es |
llegar limpia de nombres
a tu nombre
sin gestos del pasado
ni voces que reclamen
como recién nacida
que viera por vez primera
a alguien
que no fuera su madre
sin ecos reconocibles
y poder nombrar nuestra mirada
con palabras nuevas
que contengan
la profundidad
del primer día sobre la tierra