Elena Anníbali – Dios, un potro negro
madre me llevaba de la mano
por el terraplén oscuro
decía:
esa es la bomba de agua
el perro amarillo, ése, no lobo,
ahí las parvas
más allá el pajonal de las cluecas
decía:
nunca, a tu edad,
vi estas cosas
llegábamos hasta la capilla de los garzón
a ver
los altos vitrales del cristo
de la buena muerte
el áspero cuero de las iguanas
la ruta, siempre lejos
a la vuelta me daba
el pan de la tarde, cantando
los salmos preferidos
y una tristeza hermosa me cerraba la garganta
o quizá el polvo del camino
o dios, que entonces era
un potro negro
que despertaba el miedo
Elena Aníbali en Cartografías.
Punto en Línea de la UNAM.