Lee Jin Ju
















La saliva de un pastor alemán

Mis pesadillas tienen el tamaño de una maqueta escolar. En ellas puedo observar los objetos que se pudren en el subsuelo: teléfonos de 1982, el dolor de mis incisivos, el papel higiénico que le desagradaba a mi hermano. En los árboles se alimentan cuervos y austriacos recién nacidos. La nieve tiene el aroma y la consistencia de la saliva de un pastor alemán. Los esquiadores bajan a 200 km/h. En la mesa hay una hoja con la siguiente pregunta: "¿Alguna vez has tocado a un macho gamuza?" El alumbrado se conecta a la estación termonuclear de la Patagonia. 





El texto completo en Nagara.
Revista Punto en Línea de la UNAM.


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*