Inenarrable. El organista Juan de la Rubia tocando a Bach en el Auditorio Nacional se lució con una selección del compositor, fantasías, sonatas, fugas... hasta que llegó a la pieza 543 y ahí se desató provocando el derrumbe de la sala. Se confundió orgánicamente con el gigantesco órgano y el mismo Bach tuvo que emocionarse donde quiera que esté. Cuando terminó, ese silencio majestuoso que queda tras la epifanía, y yo solo le reprocho que tras semejante despliegue, no quemase el órgano a lo Hendrix.
BACH. PRELUDIO Y FUGA EN LA MENOR, BMW 543
https://www.youtube.com/watch?v=jtzTxrRXbig