FLAVIO Y EL DINERO
Flavio decía que gastar el dinero en hacer feliz a los demás engrandece el alma. En realidad, eso del alma lo decía sólo porque le sonaba bien, muy poético, pero lo importante de verdad era que mi dinero nos servía para quitarnos preocupaciones a los dos. Entonces, ¿por qué no quitárselas también a la gente que queríamos? Flavio nunca tuvo nada suyo, por lo que su generosidad era relativa. Se vanagloriaba de que lo suyo era de todos, aunque todos sabíamos que suyo, suyo, no tenía nada. Eso sí, estoy convencido de que, de tenerlo, de verdad que lo compartiría, pero hasta que llegara ese momento tenía que hacerme a la idea de que lo mío era suyo y no al revés.
Esta era la famosa teoría de Flavio: “Jamás te preocupes por el dinero, preocúpate sólo de estar cerca de quien lo tiene”.
Yo tenía dos cosas: dinero y ganas de compartirlo.