el que está muerto encuentra en un árbol, una luz
el que está muerto no encuentra nada
el que está muerto y lo sabe, yo no sé qué piensa, pero
el que está muerto y no lo sabe, arrastra su dermis en la huida.
el que no sabe nada, husmea ególatramente lo que sucede en su entrepierna.
el que no sabe nada de nada, husmea y toca la entrepierna humedecida de las chicas que
saben menos, pero
por momentos
creen que gozan.
el que languidece, pierde.
el que se eleva, pierde.
el que disimula, está perdido.
el muerto sacude sus patas traseras como un perro en el barro.
el muerto muerto no se sacude, mira.
el muerto vivo no mira, ni tiene barro ni patas traseras: bosteza, estornuda, le da alergia, un poco sonríe, un poco se apena, un poco piensa en algo, pero vuelve a admirar su entrepierna.
el vivo no existe.
se esconde, sueña, se marea, se asusta, tiene asma, se atora, cocina de más, come de menos, estrangula su angustia, se acuesta en el diván, llora, llora, se vuelve a atorar, se pregunta, se obsesiona, se desarma, se arrastra, no escucha, ni pide, ni coge: derrapa.
es esto: todos
somos pobres.