Dice la contraportada de este libro que La muerte de Iván Ilich es fruto de la crisis que Tolstói vivió al cumplir los 50 años y que superaría con un radical cambio espiritual.
Sin duda, esta novela plantea algunas de las cuestiones fundamentales con las que tiene que enfrentarse el ser humano como la muerte y el sentido de la vida.
Iván Ilich toma conciencia en un momento determinado de que la muerte no es algo teórico, sino que le atañe a él directamente, lo que le produce una extrañeza y una desesperación que no es capaz de controlar:
"Cayo es un hombre. Todos los hombres son mortales. Luego Cayo es mortal" le había parecido siempre correcto, pero solo con relación a Cayo, en ningún caso aplicado a sí mismo.
La presencia evidente de la muerte es lo que hace que el personaje (que el hombre en general) se plantee el sentido de su existencia, si ha vivido correctamente. Es lo que hace que el lector, quizás aún a tiempo de cambiar su rumbo, reflexione sobre si está aprovechando sus días al máximo.
Tolstói, Lev, La muerte de Iván Ilich, Madrid, Nórdica Libros, 2013.