Este es uno de esos libros que uno compra, lo deja en la estantería durante años (en mi caso, creo que tres lleva el pobre cogiendo polvo; casi desde que salío publicado) y un buen día lo coge para leer. Porque sí, porque siempre le han hablado bien de él y porque, de repente, le ha dado por leer parte del catálogo de Libros del asteroide.
A finales de los años setenta, el precoz escritor de origen latino Enrique Sabas conoce a la que será el amor de su vida, la joven y atractiva de origen judío Margaret Cohen, diseñadora y amante de la pintura. Narrada desde el punto de vista de él, la historia comienza treinta años después, cuando Margaret, enferma de cáncer, decide poner punto y final a su vida, rechazando los cuidados paliativos. Se traslada del hospital a casa y realiza un planning para despedirse de sus allegados: no más de quince minutos con cada uno de ellos a no ser que sean familiares directos.
Paralelamente, en capítulos alternos Enrique y Margaret se conocen por medio de un amigo en común y quedan unas cuantas veces. Primero con más gente; luego, a solas. Él, a pesar de su juventud, ha convivido durante tres años con su antigua novia. Sin embargo, la última relación que tuvo no salió tan bien como se esperaba y no logró acostarse con la muchacha. Este tema le crea una angustía que se ve incrementada con la seguridad que desprende Margaret. Es mayor que él, es guapa y sabe lo que quiere en cada momento.
Así, se nos narra una vida en pareja, con sus altibajos, con sus momentos de amor y de odio, con sus enfados y sus reconciliaciones. Ahora, a las puertas de la muerte de Margaret, Enrique siente que todo su universo se tambalea. Ella es el eje y la base en la que se sustenta la familia y cuando ella ya no esté, ¿qué será de él y de sus dos hijos?
Novela de marcado carácter autobiográfico cuyo máximo acierto es el lenguaje profundo y emotivo que maneja. La historia es dura, sin duda, pero Rafael Yglesias no cae en el dramatismo ante la inminente muerte de la esposa ni, por contra, en el edulcoramiento en la fase en que los dos , apenas unos muchachos, se enamoran. Libro que habla de la vida, no solo del matrimonio, en el que cualquiera se puede ver reflejado.
Paralelamente, en capítulos alternos Enrique y Margaret se conocen por medio de un amigo en común y quedan unas cuantas veces. Primero con más gente; luego, a solas. Él, a pesar de su juventud, ha convivido durante tres años con su antigua novia. Sin embargo, la última relación que tuvo no salió tan bien como se esperaba y no logró acostarse con la muchacha. Este tema le crea una angustía que se ve incrementada con la seguridad que desprende Margaret. Es mayor que él, es guapa y sabe lo que quiere en cada momento.
Así, se nos narra una vida en pareja, con sus altibajos, con sus momentos de amor y de odio, con sus enfados y sus reconciliaciones. Ahora, a las puertas de la muerte de Margaret, Enrique siente que todo su universo se tambalea. Ella es el eje y la base en la que se sustenta la familia y cuando ella ya no esté, ¿qué será de él y de sus dos hijos?
Novela de marcado carácter autobiográfico cuyo máximo acierto es el lenguaje profundo y emotivo que maneja. La historia es dura, sin duda, pero Rafael Yglesias no cae en el dramatismo ante la inminente muerte de la esposa ni, por contra, en el edulcoramiento en la fase en que los dos , apenas unos muchachos, se enamoran. Libro que habla de la vida, no solo del matrimonio, en el que cualquiera se puede ver reflejado.