I
para Gabriel
para que crezcan las respuestas de la Tierra.
II
FOTOGRAFíA DE MI VENTANA A LAS 9 AM
El sol se apoya en la ventana. Está cansado de ser sol irradiando sol. Juega y se hace el muerto. Es vivo haciéndose el muerto. Está en llamas, arde, pero sigue bajando hasta enredarse en las cortinas. Sus cimientos de luz dan color a los fantasmas, los crea. Se hace el muerto hasta que muere. Pero los rayos que se habían propagado ahora llevan y traen partículas de su silencio.
III
Querida hija sin dientes: esto es una ciudad, una casa, una habitación, una caja de muñecas. Me estremecen tus gritos de alegría, toda esa leche brotando detrás de las persianas, la vida así: reconociendo tu cuerpo desfigurado por la memoria. Hemos crecido muriéndonos. La muerte me causa gracia porque perdura.