Cangrejo Pistolero Ediciones
Es como ir besando el doble filo
todo el rato,
tratando de pasar por tu corazón
de puntillas,
sin herirte,
ni exigirte,
ni clavarte las espuelas,
sutil todo
-como quien no quiere la cosa-
ahora un detalle,
ahora un roce,
ahora un beso
e intentando estar siempre
por casualidad a tu lado,
allí,
sin que se me note,
pero en el justo momento.