He comido pizza en muchos sitios de Madrid, pero la más rica que yo he probado ha sido en Pizzaiolo, el verdadero sabor a horno siciliano.
Una de mis debilidades, mojar pan en aceite, y este Dauro proporciona el placer de la arbequina, su intensidad, con un olor que tiene la riqueza de un buen café dominicano o un buen whisky de turba. Un "must" que se dice ahora.