Museo Arqueológico Nacional. Acaban de abrirlo hace nada, tras su rehabilitación, y ya he ido dos veces y me queda otro par más. Este “gabinete de maravillas” gigante debería figurar en su lista de cosas por hacer este 2014. Piezas de carácter excepcional que van pautando la historia de España desde hace 30.000 años, magníficamente contextualizadas, y con una intención didáctica que se agradece. Tesoros provenientes de todos los puntos de la península, pequeñas divinidades protectoras con las que consolarnos en las gélidas y terroríficas noches del paleolítico, monedas para comerciar con los fenicios, armas con que formar parte de algún contingente romano o cartaginés durante las guerras púnicas, bosques de capiteles románicos, arcos de Al-Ándalus. La Dama de Elche, autista en su elegancia. Los toros de bronce del santuario de Costitx. El mosaico que celebra la victoria del Equipo Rojo en las carreras de cuádrigas. La Estela de Solana de Cabañas, celebrando el poder en la Edad del Bronce. El Ábaco Neperiano, con toda los arcanos matemáticos guardados en su cajeta de palo santo. El Imperio de los Austrias, los celtíberos, el uso del hueso en la prehistoria, la decoración mudéjar… todo son pistas para saber quiénes somos, de dónde venimos, adónde iremos probablemente. Millones de hombres que nos han precedido con nuestras mismas necesidades y deseos, haciendo las mismas preguntas a la eternidad, cuyo eco da como resultado artes y oficios. Estremecen los actos de canibalismo de los neandertales, fascinan las placas con la ley romana intentando acotar la barbarie, emocionan los artefactos celtas, asombra la orfebrería epigrafiada visigoda, los ritos religiosos orientales, la numismática con todas sus balanzas, matrices, cuños. Somos nosotros. Todos nosotros los que a base de sangre, imaginación, resistencia, capacidad de adaptación hemos cruzado océanos de tiempo para volver a mirarnos en el espejo de cada colección. Cada cerámica. Cada amuleto. Cada sello. Cada punta de sílex. Cada ajuar. Somos nosotros. Sobreviviendo. Obstinados. Intuitivos. Crueles. Hermosos.