Nia Diedla |
no hay cuerpo en la ceguera
la luz distingue hambre
frío
ornamento de cerezos y el alba
a punto de
caída
cuando leo lo hago en voz alta
mi boca expulsa una palabra y otra y otra
y otra habla en mi aliento
la negación
predomina como
acuosa sutileza y
la víctima
es mano meciendo la entrepierna
el sexo augura un tendal de asombros y gratitudes
un espejo en el cual vernos
tejer alas
tejer alas
desovillarnos
jardín florido de los afiebrados
cuando escribo
lo hago en voz alta
lo hago en voz alta
mi boca
mi boca dice
quien soy