«La de siempre, toda», de Paul Éluard

Lucian Freud

 Paul Éluard
 (1895-1952)

 La de siempre, toda


Traducción de Agustí Bartra



Si te digo: “Lo he abandonado todo”,
esto significa que ella no es la de mi cuerpo,
nunca me he jactado de ello,
no es verdad
y la niebla baja en que me muevo
no sabe nunca si he pasado.
Del abanico de su boca, del reflejo de sus ojos,
soy el único que habla,
soy el único que está cercado
por ese espejo tan nulo donde el aire circula a través de mí,
y el aire tiene un rostro, un rostro amado,
un rostro amante, tu rostro.
A ti, que no tienes nombre y a quien los otros ignoran,
el mar te dice: sobre mí; el cielo te dice: sobre mí.
Los astros te adivinan, las nubes te imaginan
y la sangre derramada en los mejores momentos,
la sangre de la generosidad,
te lleva con delicia.

Canto la gran alegría de cantarte,
la gran alegría de tenerte o de no tenerte,
el candor de esperarte, la inocencia de conocerte,
¡oh tú que suprimes el olvido, la esperanza y la ignorancia,
que suprimes la ausencia y me pones en el mundo,
canto por cantar, te amo para cantar
el misterio donde el amor me crea y me libera!
Eres pura, eres aún más pura que yo.




Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Juan Ramón Mansilla, "Una habitación en rojo" Col. La piedra que habla Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed. Tarancón de Cuenca, 2011. edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Juan Ramón Mansilla, "Una habitación en rojo"
Col. La piedra que habla
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2011.
PVP: 10 euros
edicioneseltorodebarro@yahoo.es

 
























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