EL OTRO FINAL DE… CASINO
Las Vegas ya no es lo que era. La ciudad está en manos de las grandes empresas y ahora es un puñetero parque temático. El único que queda de aquellos días locos donde todo se podía conseguir con dinero es Sam Rothstein, cuyo olfato judío le hizo salir del coche antes de que saltara por los aires. Nick Santoro, su lugarteniente y un auténtico ‘hijo de… Sigue aquí