Coral Bracho
(1951)
Ese espesor nocturno
Ese animal.
Ese espesor nocturno, mullido
y turbio
que removemos.
Que conducimos
para mirarlo gesticular. Un oso viene hasta la feria
y de aquí nos observa: sus gruesas patas inquietas,
como entre vidrios.
Conocemos su danza y no es ahí
donde se muestra; sin embargo asentimos,
difusamente olvidamos.
O tal vez al voltear
vemos la quieta luz frente al equilibrista. Titubeamos
por él. Por él soltamos la esbelta vara.
En él sentimos el tiempo
trastabillar.
¿Pero quién gime o canta en esa sucia, diminuta, barraca?
Nada de ello entrevemos, nada
desentrañamos. Y alguien se acerca ya,
y entre los puestos húmedos
nos conduce.
Algo ahí nos remueve.
Algo nos obliga a voltear.
Grandes Obras de
El Toro de Barro