El dios que te ama
Debe ser inquietante para el dios que te ama
Sopesar cuán más feliz serías hoy
Si hubieses podido avistar tus muchos futuros.
Debe ser doloroso para él verte los viernes por la noche
Conduciendo a casa de la oficina, satisfecho con tu semana –
Tres buenas casas vendidas a familias dignas de ellas –
Sabiendo como sabe perfectamente qué habría pasado
Si hubieses ido a por tu segunda elección en la universidad,
Conociendo el compañero de cuarto que se te habría asignado
Cuyas ardientes opiniones sobre pintura y música
Habrían prendido en ti una pasión de por vida.
Una vida treinta puntos por encima de la vida que vives
En cualquier escala de satisfacción. Y cada punto
Una espina en el costado del dios que te ama.
No quieres eso, un hombre espiritual como tú
Que intenta salvar a su esposa de las decepciones del día
Para que pueda guardar su empatía para los niños.
¿Y querrías que este dios comparase a tu mujer
Con la mujer que estabas predestinado a encontrar en el otro campus?
Te duele pensar en él tras la conversación
Que habrías disfrutado allí valorándola mejor
Que la conversación a la que estás acostumbrado.
Y piensa cómo este amante dios se sentiría
Sabiendo que el siguiente hombre en la fila para tu mujer
La habría satisfecho mucho más de lo que tú nunca podrás
Siquiera en tus mejores días, cuando te esfuerzas de veras.
¿Puedes dormir por las noches sabiendo que un dios así
recorre su habitación de nubes, atormentado por las posibilidades
de las que tú te libras por ignorancia? La diferencia entre lo que es
y lo que pudo ser permanecerá viva para él
incluso después de que dejes de existir, después de que cojas frío
al correr en la nevada a por el periódico de la mañana,
perdiendo once años que el dios que te ama
se sentirá obligado a imaginar escena por escena
a no ser que vengas al rescate imaginándole
no más sabio de lo que tú eres, para nada divino, sólo un amigo
no más cercano que el amigo real que hiciste en la universidad,
al que no has escrito desde hace meses. Siéntate esta noche
y escríbele sobre la vida a la que puedes referirte
con total autoridad, la vida de la que has sido testigo,
que desde tu punto de vista es la vida que has elegido.
(de Practical Gods, de Carl Dennis, Penguin Books, 2001)
(traducción de Ángel Talián)
The God Who Loves You
It must be troubling for the god who loves you
To ponder how much happier you’d be today
Had you been able to glimpse your many futures.
It must be painful for him to watch you on Friday evenings
Driving home from the office, content with your week—
Three fine houses sold to deserving families—
Knowing as he does exactly what would have happened
Had you gone to your second choice for college,
Knowing the roommate you’d have been allotted
Whose ardent opinions on painting and music
Would have kindled in you a lifelong passion.
A life thirty points above the life you’re living
On any scale of satisfaction. And every point
A thorn in the side of the god who loves you.
You don’t want that, a large-souled man like you
Who tries to withhold from your wife the day’s disappointments
So she can save her empathy for the children.
And would you want this god to compare your wife
With the woman you were destined to meet on the other campus?
It hurts you to think of him ranking the conversation
You’d have enjoyed over there higher in insight
Than the conversation you’re used to.
And think how this loving god would feel
Knowing that the man next in line for your wife
Would have pleased her more than you ever will
Even on your best days, when you really try.
Can you sleep at night believing a god like that
Is pacing his cloudy bedroom, harassed by alternatives
You’re spared by ignorance? The difference between what is
And what could have been will remain alive for him
Even after you cease existing, after you catch a chill
Running out in the snow for the morning paper,
Losing eleven years that the god who loves you
Will feel compelled to imagine scene by scene
Unless you come to the rescue by imagining him
No wiser than you are, no god at all, only a friend
No closer than the actual friend you made at college,
The one you haven’t written in months. Sit down tonight
And write him about the life you can talk about
With a claim to authority, the life you’ve witnessed,
Which for all you know is the life you’ve chosen.
The post El dios que te ama, de Carl Dennis appeared first on La vida panorámica.