Intento anti delirio Número 18

Como herida por una bala, en lo que hubiera sido la niñez o, quizás, lo desnudo donde coserme a tu sangre: lleno el vaso. Apenas para creer en la sed que permanence y amortaja.


M dijo: DESNUDATE.
Había sido el alma de la fotografía esa voz propagándose.
Después la comida era un asco, como en todas las películas. Lo bueno, porque era muy bueno, es que en este lugar se podía fumar, no aparece el mozo diciendo: Señorita, por favor... y Váyase a la mierda, siempre. Y salir a la calle con aires de altanera sensual...


Volvamos a M.
-Estamos acá-.
Me voy a suicidar pronto.
Dejate de joder, estás más loca que nunca.
Pero, no. Fijate, la gramática es terrible, yo no quiero joder tanto con las palabras. 


-Estamos callados-.


Deseo dolorosamente ser Borges muerto, ciego, en esta habitación, vos con la 38 en la mano,
en la parte del principio o del final, como prefieras.
Sentite privilegiado, M, antes a nadie se me hubiera ocurrido decirle todo un bosque de álamos torcidos por la ventana.


de Farewell, Angelina

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