nº 250, Marzo de 2014
Poeta y novelista con una cierta obra (en prosa y verso) ya en su mochila, este autor vallesano aunque residente en Córdoba sorprende ahora con un libro de recorrido muy intenso que debería de estallar como un obús en una narrativa bastante previsible como la nuestra. Y es que Cuenca Sandoval, admirador del Cortázar de Rayuela -se le nota- ha optado por escribir una novela total, un cajón de sastre bien legible donde, prácticamente, cabe de todo. Estamos ante una especie de relato neo-bizantino, también en lo que tiene de road movie, con incursiones en el vampirismo, en la ficción cinéfila, en el amor-pasión con bajada a los infiernos y muchas más maneras de hacer discurrir unos encuentros hemisféricos (y el título del libro, como el algodón del anuncio, ya no engaña). Luego está la interrelación de los diferentes capítulos del libro hasta configurar un puzle mágicamente elaborado. Este libro, en su audacia, en su elegancia estilística, puede ser uno de los best-sellers de 2014. Solo está pidiendo lectores exigentes, como aquellos que saltaban de baldosa en baldosa en la Rayuela cortazariana.