Agota Kristof: Claus y Lucas.
El Aleph Editores. Traducción de Ana Herrera y Roser Berdagué.
Termino Claus y Lucas, la obra magna de Agota Kristof, una escritora gigante, sublime, magnífica. De momento, no hay palabras. De momento, me sacude el llanto. Un llanto imparable, aterrador, frente al velador de un café cualquiera.
Entre hechos y fábulas aparece una linde minada que es inevitable traspasar. El sufrimiento penetra en los sueños y, a voluntad, retuerce la realidad.
Lo vivido son pedazos que lo contado desperdiga aún más allá. No hay refugio fuera ni cobijo dentro. La identidad es una farsa, una casa en obras, un ejercicio narrativo del que es imposible escapar.
Tres novelas, una sola historia. Una obra donde el dolor es la verdad permanente sostenida por cuadernos llenos de mentiras. Escritos por unos niños, una autora, unos hombres que recosen sus heridas hasta la locura, hasta el día en que descubren que podrán volver a estar juntos, lanzarse al tren, pues «no habrá ya razón para seguir».