no sabes nada.
vos
no sabés nada si
apenas
hurgas el dolor
con el dedo
como los niñitos que
hacen agujeros sobre el cemento de
la pared,
así
surcás las capas
del cuerpo
como si se tratase de un
juego
como si
el goce
consistiese sólo
en verte
desintegrar
el propio
hueso.