Arte






The disease had sharpened my senses
Edgar Allan Poe


La doctora dibuja un corazón
que no tiene forma de corazón.
Un corazón enfermo, un vienés
que baila mal el vals; la bomba atómica
del hombre que hay sentado a mi derecha.

Y juntos contemplamos al culpable.
Y juntos contemplamos a la víctima.
Su representación (esto no es…).
La doctora dibuja un corazón
y explica que la muerte llegará

aquí, o aquí, o aquí, o aquí
aunque puede que no, puede que no.

La doctora no sabe dibujar
pero traza sin miedo,
y al hablar por teléfono sombrea
los bordes con un gesto de fastidio.
«Ya lo decía Hipócrates…», nos dice,
y antes de despedirnos guarda el esbozo enfermo
en un cajón con llave.



B.C.