El Bosco, El jardín de las delicias (detalle) |
ninguna religión que acuné en mi pecho
me absolvió de culpa.
insisto en creer que el pecado
es
la única salvación posible que hará
de mi vientre
refugio de carneros al borde del sacrificio.
de entre los bienes que dios me dio,
sólo queda
éste dolor entre las piernas que
me recuerdan
haber parido y amamantado,
la primogénesis de mis dolores.
no,
ningún hombre que acuné entre mis brazos
absolvió mis pecados, pero
sepultada y estoica
renací hembra penitente y distante
entregada al hambre de los cuervos
-con la obediencia muda
de quien nada siente-
dios
ha escrito el vacío
en nombre de todas mis amputaciones
sola
beberás tu fuego,
sola
sola
caminarás mi ira,
sentenció.
sin embargo,
no creerle
es mi venganza
y mi redención.