Dedicados a Natsumi Soseki
Inspirados en los cantos tradicionales coreanos del antiguo reino de Silla
El zorzal
Quería silencio y nieve.
Pero la calle ardía por mi fiebre y un pájaro cantó toda la noche.
Desvelo y desvelo.
Busco su nombre, el nombre del pájaro que guarda mi calle.
Ha volado de los diccionarios
aunque me cita cuando no hay nieve.
Cuando hay silencio.
Lo que pienso cuando escribe
¿Cuántas cosas verán los cabellos de Paulette hasta que alcance mi edad?
¿Les rondarán otros climas, se secarán al pie de Kailash, hablarán farsi,
correrán al aire del Shinkansen, olerán a madera de oud, serán enlazados por los señores violetas?
¿Por qué este temor a que se queden siempre con su brillo y nunca encanezcan?
Los ojos
Vos sos lo otro
no rompo, no corto, no noto
dos ogros, dos lloros mozos.
Dos. Solos.