Estoy muy contento porque, después de aproximadamente año y medio de trabajo, con algunos parones voluntarios y otros forzados… ¡he terminado de revisar mi novela! No voy a llorar de la emoción, pero casi: aunque siempre quise escribir una desde que era pequeño, ya fuera por falta de habilidad, ideas o constancia nunca había acabado una obra larga que me dejara satisfecho. En esta ocasión creo que, al menos, vale la pena mostrar el resultado y someterlo al juicio de los lectores.
Os he estado dando la brasa con la novela desde hace meses y he publicado fragmentos en el blog que podéis releer, aunque ya los he modificado en parte. http://cgamissans.blogspot.com.es/2012/10/desconectados.html
Debo confesar que me he divertido en el proceso de revisión. A veces resulta doloroso eliminar páginas enteras, pero nunca hay que jugar con la paciencia del lector ni con su valioso tiempo. También he añadido detalles importantes que, en mi opinión, le dan más sentido y verosimilitud a la trama. Os recuerdo que el punto de partida es el fin de Internet, con todas las consecuencias que ello implicaría especialmente en un adicto a la red, como es el joven protagonista, Ricardo Expósito Duarte.
La novela pretende ser una reflexión sobre Internet (al final he decidido escribirla con mayúscula siguiendo el consejo de la RAE) y también sobre la literatura, ya que el personaje principal encontrará en ella una vía de escape. Incluye elementos de crítica social y bastantes digresiones. El tono general es reflexivo, pero lo he aligerado en la revisión para que no se haga pesado (también hay toques de humor). El texto se concibe como una “novela autobiográfica o una autobiografía novelística”, en palabras de Ricardo; es decir, se trata de la historia de su vida desde el momento en que Internet deja de existir. Las autoridades afirman que la desconexión se ha producido porque la red no ha sido capaz de soportar tanta información, aunque los personajes tienen sus propias sospechas y teorías. Pero tampoco quiero destriparos el argumento, tendréis que leer: P
Ahora empezará otra aventura: buscar el mejor modo de publicarla, ya sea mediante un concurso, una editorial, la auto-edición… no descarto ninguna alternativa y las estudio todas. Pero no tengo prisa. Estoy seguro de que, a pesar del tiempo que he dedicado a su revisión, la novela contiene fallos. Por eso, si alguno de los lectores del blog siente curiosidad por leerla, se la enviaré gustoso a su correo electrónico o al medio que me indique. Todavía estoy a tiempo de modificar cosas, así que me interesan todas las opiniones que pueda reunir. No existe el libro perfecto, pero se agradece cualquier colaboración que ayude a mejorar el resultado final.
Una vez más os agradezco vuestro tiempo y vuestro apoyo. La escritura es una actividad solitaria y saber que hay alguien al otro lado ayuda más de lo que os podéis imaginar.