ROMA NO PAGA A TRAIDORES
Nos han contado una historia muy bonita. Unos traidores matan mezquinamente al gran héroe y reciben del enemigo el mismo trato mezquino que se merecen. Pero la realidad es que Roma sí paga a traidores. Los ha pagado desde siempre. Y pagarlos es parte de su estrategia para conservar y ampliar su poder. Nadie en el senado romano se escandaliza por ello.
El pago a traidores es tan lícito como todos los otros métodos (asesinatos, juicios amañados, etc.) despiadados con los que los poderosos luchan entre ellos y contra sus enemigos comunes. Se pueden poner muchos ejemplos, pero pondré sólo uno (que normalmente se olvida cuando se cuentan las grandes batallas y las gestas de los grandes estrategas): el pago a los mercenarios del ejercito contrario para que éstos cambien de bando inesperadamente, y con su traición den la victoria o la faciliten en gran medida al bando romano.
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