NOTAS SUELTAS

Casa artística, casa imaginativa: Casa Azul
Por Andrea Raitelli
Twitter: @AndreRaitelli

Bajo un tenue sol y una fría brisa llego, junto a dos grandes amigas, a Coyoacán. Tras preguntar en varios puestos de venta de esta maravillosa delegación del Distrito Federal, finalmente vemos en una esquina una casa enorme, una vereda colmada de visitantes, una casa que por su color resalta en la zona. Finalmente sabemos que llegamos a la Casa Azul.

Hoy Notas de Löwy te invita a recorrer el arte y la vivienda de la máxima exponente de la cultura mexicana en el mundo: Frida Kahlo.

Un patio al aire libre nos da la bienvenida, diversas plantas y cactus nos van adentrando en uno de los sitios en los que Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, nombre completo de la artista, realizó varias de sus obras de arte. Al cruzar el patio ingresamos al interior de la casa, una sala nos recibe con una de las frases más conocidas de la artista: “Pies para que los quiero si tengo alas para volar”. Así, junto a ella, comenzamos a invadir el espacio que por años fue el de mayor privacidad de la pintora mexicana.

Frida Kahlo nació el 6 de julio de 1907 en la casa ubicada en la esquina de calles Londres y Allende (lugar donde se encuentra hasta el día de la fecha la Casa Azul). Durante su adolescencia la pintora sufrió un grave accidente el cual la dejó postrada durante varios meses. Imposibilitada a moverse la artista comenzó a realizar pinturas de manera más continuada. Desde ese momento jamás paró.

El arte de Frida se caracterizó por ser el reflejo de su vida personal. Varios críticos coinciden en que la pintora realizaba una especie de catarsis a través de sus trabajos. La idea de separar su vida personal al momento de entender y analizar sus obras era imposible. Para llegar a interpretar lo que la artista quería decir era necesario conocer su historia de vida. Frida, por su parte, siempre dijo No sé si mis pinturas son o no surrealistas pero de lo que sí estoy segura es que son la expresión más franca de mi ser”.

El Museo de Frida Kahlo, como en la fecha se conoce a la casa de la artista, cuenta con cinco salas, un estudio, habitaciones y una cocina. A lo largo del recorrido se podrán leer algunas frases de su autoría, observar diversos objetos personales, ver autorretratos, apreciar algunas de sus obras, pinturas y fotografías de de su marido: el muralista mexicano Diego Rivera y, de su eterno amor: México.
La Casa Azul es el espacio que Frida eligió para congelar momentos trascendentales de su vida. Utilizó las paredes para que éstas sean el soporte de sus frases, frases con las que contó historias que en lugar de matarla la hicieron más fuerte, pensamientos que quiso volverlos visibles para leerlos a diario, leerlos para recordar siempre que “amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior”.



Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*