Sylvia Plath: Tres mujeres.
Nørdica Libros. Edición bilingüe. Ilustraciones de Anuska Allepuz. Traducción de María Ramos.
Poema a tres voces para ser leído «en voz alta». Escenario (en palabras de la autora): un hospital de maternidad y sus alrededores.
Primera voz, mujer parturienta: «Soy lenta como el mundo. Me abro, como el mundo. Soy el centro de una atrocidad.» Segunda voz, mujer estéril: «Muero sentada. Sueño masacres. Pierdo una dimensión.» Tercera voz, mujer fértil a su pesar: «¡Concepciones, concepciones! No estaba preparada. Debí haber acabado con esto que acaba conmigo.»
Plath revienta el mito rosado. La reproducción es monstruosa: el embarazo, los abortos felices —sangre en las paredes, en el cuerpo desnudo, carne virgen esparcida por el suelo de un lavabo—, la tragedia de querer concebir y no poder. Sus tres mujeres podrían ser solo una en momentos vitales dispares. Esas tres mujeres hablan, y, porque hablan, son.
Las acuarelas de Allepuz agrandan la expresividad del texto: no se desea abandonarlo. La paginación, de un atinado color naranja-entrañas, y la edición bilingüe, son un acierto más de Nørdica Libros. Gracias.