Vale, el otro día preguntaba, o me preguntaba, en FB sobre el momento en el que escribir una crítica: mientras uno lee el libro, justo al terminar el libro, unas semanas después de terminar el libro. En el FB, los amigos graciosos, sugerían también: hacer la crítica sin haber leído el libro, hacer la crítica nada más terminar la cena con el editor… Coñas a parte, me da a mí que cada una (incluso las de coña) requieren su forma y aportan sus cosas. Quiero decir, que no tiene sentido entrar a valorar cuál es la mejor, pues una lectura en marcha provoca pensamientos distintos que una lectura remascada (remascar: lees el libro, dejas un tiempo suficiente como para que tengas que volver a él, a releer ciertas partes, para poder escribir la crítica). Y en eso estamos, ¿no?, en ver qué produce el pensamiento, cómo se produce el pensamiento y qué pensamientos produce. Qué dice el cómo se dice.
Por eso esta nueva sección: Notas a pie, en la que se hará crítica mientras se camina, es decir, mientras se lee. No por detenerse para analizar sin que se olviden frases, imágenes, versos, (que también), sino más para ver en el instante a dónde nos llevan esas frases, imágenes, versos. Notas a pie al pie, sin pasar la página y luego volver, en el instante de ser leído. O para ponerlo en una imagen (robada, claro, creo que de E. García-Máiquez o quizá de V. L. Mora, no recuerdo bien), a veces esas frases, imágenes, versos, (libros), son como cerezas, coges uno pero por sus rabos enganchados tiras y salen varias. Así una frase, imagen, verso, trae enganchada en ella otras que salen al tirar (leer). A ver qué sale.
Breve apunte: varios amigos graciosos de FB sugirieron también escribir una crítica después de haber leído una crítica, no es mala idea, quizá pronto.
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