Entrevista a Jesús Arana y Belén Galindo

Jesús Arana Palacios y Belén Galindo Lizaldre son los autores de Leer y conversar. Una introducción a los clubes de lectura (Ediciones Trea, 2009), una herramienta valiosa para aquellos que quieran organizar una tertulia literaria y necesiten una guía para comenzar su proyecto.

El texto parte de un acercamiento histórico a los clubes de lectura para pasar, posteriormente, por ejemplo, a comentar algunas de las actividades más comunes que se desarrollan en estos grupos, cómo es la actitud de los participantes o qué libros han resultado exitosos en dichas reuniones.


Fundamentos teóricos (Jesús Arana)

¿Qué es un club de lectura?

La manera más sencilla de definirlo sería diciendo que se trata de un grupo de personas que se ponen de acuerdo para leer un mismo libro y reunirse con una periodicidad más o menos fija para comentarlo. Ahí están los ingredientes principales: el libro, el grupo, las tertulias… la figura del coordinador es quizás secundaria. Es importante que alguien se responsabilice de todos los detalles que son necesarios para que la actividad funcione, que modere las sesiones y demás, pero perfectamente puede ser una figura rotatoria, que vaya cambiando en cada sesión.  

Ya hemos definido lo que es un club. Lo complicado viene después, porque hay personas que dan nombres distintos (tertulias literarias, clubes de lectores, grupos de lectura) a lo que es básicamente lo mismo, mientras que hay quien llama club de lectura a algo (lecturas en voz alta, grupos de conversación, etc.) que no tienen nada que ver. Y las cosas se complican cuando acercamos un poco más el foco. Los clubes de lectura en Internet y los que proliferan en medios de comunicación (prensa, radio y televisión) tienen unas características especiales que los hacen semejantes en parte y en parte diferentes a los clubes convencionales. ¿Podemos hablar de club de lectura si el grupo no es estable y su composición cambia de sesión en sesión?  Depende. ¿Y si no hay periodicidad? Existen asociaciones que organizan esporádicamente una sesión de comentario de un libro por parte de un grupo, ¿es eso un club de lectura? También depende.  

Respecto al número de personas que los componen, los grupos pueden ser muy variados. En el libro que Thomas de Quincey dedica a los últimos días de Kant, recoge la opinión del filósofo de que el número de contertulios en una buena conversación tenía que ser superior al de las gracias e inferior al de las musas.  En el caso de los clubes suele ser bastante más amplio, pero en general no superan el número de veinte. Y suelen ser grupos variados, con hombres y mujeres y personas de distintas edades, aunque esto no siempre es así (la edad es más homogénea en un club de lectura de universitarios, por ejemplo, o en uno de jubilados). Y si nos fijamos en los libros que deciden leer, ahí nos encontramos de todo (clubes generalistas, especializados en todo tipo de temáticas y géneros literarios). Los hay que se reúnen en espacios públicos (bibliotecas, casas de cultura, institutos…) y privados (cafeterías, restaurantes, librerías, domicilios particulares), que hacen las lecturas y las tertulias en diferentes idiomas, existen clubes de lectura fácil para personas con dificultades. En fin, que es un fenómeno diverso y complejo.

  
¿Cuándo y por qué surgen estos clubes?

A estas alturas parece claro que surgen en Estados Unidos en un primer momento relacionados con  ciertas prácticas introducidas por los primeros colonos que se reunían para discutir pasajes de la Biblia. A lo largo del siglo XIX se van extendiendo entre capas de población cada vez más alejadas de esa motivación religiosa. Estos primeros clubes tenían en común la presencia muy mayoritaria de mujeres, que veían en ellos la posibilidad de acceder a una formación que las instituciones académicas les vetaban. Está documentado que en la segunda mitad del siglo XIX existen infinidad de esos grupos distribuidos por todo el país, algunos con mucha actividad. En Europa podemos rastrear algunos antecedentes en academias, salones, sociedades literarias, ateneos y tertulias de café, pero los clubes de lectura como tales no aparecen hasta mediados de la década de los ochenta del siglo pasado, y lo hacen fundamentalmente en bibliotecas públicas. 


¿Cómo funcionan? ¿Qué actividades se llevan a cabo en ellos?

Como es lógico la actividad que da sentido a los clubes es la tertulia. Es la única que no puede faltar y la que vertebra todo lo demás. Es cierto que las dinámicas son muy diferentes en cada grupo. Unos son muy participativos y otros funcionan casi como seminarios, con un coordinador que es casi una figura tutelar, con una autoridad reconocida por todos los miembros. Hay grupos muy protocolarios donde se guarda un estricto orden en el uso de la palabra, por ejemplo, y otros que son anárquicos y vehementes...Es difícil en ese sentido decir cómo funcionan...Lo que casi todos ellos tienen en común es que como complemento a las tertulias se organizan un sinfín de actividades que enriquecen enormenente la vida de estos grupos. Esto no es nuevo en absoluto. Ya algunos de esos clubes que existían en el siglo XIX hacían degustaciones o una vez al año se disfrazaban como los personajes de las novelas de Dickens, por ejemplo, para tener una tertulia especial.

En la actualidad las actividades más frecuentes son la presencia de los autores de las novelas que se leen y comentan. Y en general la presencia de invitados en el grupo, que pueden ser traductores, editores, expertos o a veces sencillamente personas conocidas en la comunidad. También es normal recurrir a otras expresiones artísticas: ver películas o representaciones teatrales basadas en la novela que se ha leído, ver exposiciones (si la novela tiene que ver con las artes plásticas), escuchar conciertos de música. Se hacen catas de vino, se organizan excursiones y viajes para ver in situ los escenarios donde trascurre la novela o la ciudad donde vivió el autor. Se programan recitales poético-musicales, lecturas dramatizadas, se recurre a videoconferencias para tener tertulias conjuntas con grupos de otros países, y últimamente lo que han proliferado muchísimo son los encuentros anuales para todos los clubes de lecturas de una comunidad autónoma, que pueden reunir en una jornada a varios cientos de personas...



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